Días grises y soleados

Espero que sigan disfrutando el nuevo formato de Nuevos Horizontes . RECOMIENDO VERLO EN PANTALLA COMPLETA PARA QUE SE APRECIE

  En el año 2020 publiqué una entrada que mostraba las entradas más visitadas de mi blog por lo que se me ha ocurrido escribir una nueva versión para ver cuánto ha cambiado con respecto a las entradas más visitadas hasta ese año. Lo primero que debo decir de Lo más visitado es que tiene varios errores que probablemente corrija cuando esta entrada sea publicada. Obviamente no pondré el número de visitas, porque no es el punto de esta entrada (risa) . En la entrada anterior hice pequeños comentarios sobre las entradas ubicadas entre las más vistadas, en este caso, haré lo mismo. Ahora sí, empecemos: 1 .       Nuevos Horizontes (29) – hasta el 2022/ Al día – hasta el 2020 Me sorprende que una entrada de Nuevos Horizontes esté en el primer puesto. Sinceramente, lo atribuyo al nuevo formato que presenté a partir de esta publicación. 2.      Nuevos Horizontes (24) – hasta el 2022/ Algo Nuevo – hasta el 2020 Que una entrada de Nuevos...

He notado que el nuevo formato para  Nuevos Horizontes ha tenido cierta aceptación en el público, por lo que seguiré usándolo para esta sección del blog. Espero que lo disfruten. RECOMIENDO VERLO EN PANTALLA COMPLETA PARA QUE SE APRECIE EL FORMATO NUEVO.

  Después de un considerable tiempo sin publicar algo nuevo en el blog he regresado para publicar algo para que no se quede tan vacío este espacio. Han pasado tantas cosas complicadas, buenas y otras aún más complicadas; pero ante todo he aprendido a sobreponerme ante algunos acontecimientos. Por otro lado, creo que aún me falta aprender en otros aspectos. Siento que perdí cierta capacidad para escribir algo interesante. Diría que la universidad me hace renegar un poco de la escritura ya que estoy empezando a asociarla a la tarea y no como el medio que más prefiero para expresarme ¿O tal vez es solo mi impresión? Supongo que sí (risa) . Sin embargo, he ganado ciertas habilidades gracias a la universidad, cómo por ejemplo lanzarme a escribir lo que me salga del corazón y hacerlo sin dudar tanto (o eso quiero creer) y también el hecho de que ya puedo escribir mucho más de lo que antiguamente lograba escribir en antiguas entradas. A veces he pensado en cerrar este blog, pero a...

Después de mil años, al fin pude encontrar el tiempo para publicar. Además, utilizaré un nuevo formato que descubrí el año pasado, pero que aún no incorporaba al blog. Espero que les agrade. RECOMIENDO VERLO EN PANTALLA COMPLETA PARA QUE SE APRECIE EL FORMATO NUEVO.

Saludos a quienes amablemente leen y visitan este espacio (espero que se animen a comentar). Ha pasado poco más de un mes desde la última entrada publicada. No he podido escribir debido a que he tenido varios inconvenientes y además la visita prolongada de un familiar. Así que, básicamente no he tenido ni la privacidad ni el momento adecuado de inspiración para escribir sin ser interrumpida por alguna fuerza externa de la naturaleza (eso suena exagerado) ( risas ). Pero, no todo ha sido una pérdida de tiempo; es decir, me animé a descargar Duolingo para intentar no olvidar lo poco que sé de inglés. Ni idea si funciona o no, pero al menos me divierto ( risa ). He visto varias películas interesantes en este mes de ausencia, el problema es que olvidé anotar mis apreciaciones al respecto y ya no puedo mencionarlas aquí, porque no me acuerdo ( risa ). Mis vacaciones ya casi se acaban y tenga muchas cosas en mente que no acabaré porque conozco muy bien mis debilidades (la constancia ...

Mi abuelo solía contarme las más bellas historias, usaba palabras que en ocasiones no entendía, pero aun así disfrutaba cómo sonaba cada vez que lo pronunciaba. La voz de mi abuelo era ronca y cálida, amaba la forma en la que me narraba cada historia. Recuerdo que cuando él murió, mi madre me entregó un diario donde estaban escritas cada una de las historias que me contaba. Me aferré a ese diario y no lo solté durante todo el funeral. Eventualmente, por sucesos de la vida misma, me había olvidado de aquel diario, hasta cierto día en particular. Alguien tocó mi puerta, cierta noche de invierno. Un joven de mi edad, aproximadamente, se alegró de que le hayan abierto la puerta. -        ¿Lo conozco? – pensé, por alguna razón, se me hacía muy conocido. -        Buenas noches, ¿don Carlos Sáenz, vive aquí? – preguntó. -        ¿Don Carlos? Lo siento mucho, él ya no vive aquí – respondí cor...